El material didáctico se suele emplear como nexo o elemento de unión entre el
docente y/o dicente y la realidad. Lo ideal sería que toda enseñanza y aprendizaje se
realizara en contacto con la vida real, pero no siempre es posible ni aconsejable y por eso
recurrimos a una serie de medios, recursos o materiales que nos sirven de puente entre lo
que se enseña y se aprende y el mundo real. Por eso, el material didáctico sustituye a la
realidad y trata de representarla de la mejor forma posible, facilitando su objetivación
(Nerici, 1973).
Los especialistas en este tema suelen emplear una terminología variada para
referirse a los materiales. Hay quien habla de “medios” o “recursos didácticos”, “ayudas
didácticas”, “medios educativos”, “material didáctico” o “material curricular”.
En general, cuando hablamos de materiales o recursos didácticos, nos referimos a
una serie de medios o instrumentos que favorecen el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Dentro de este proceso, la función mediadora de los materiales podría representarse así:
Para Prats (1997:85), el material curricular más adecuado es el que “facilita el
aprendizaje de habilidades intelectuales, el dominio de las técnicas usadas en las disciplinas
y el planteamiento de prototipos que simulen la construcción del conocimiento
(metodología) de los distintos saberes”. En contextos de aula, le medios y recursos
didácticos que empleen profesores y alumnos para la enseñanza y aprendizaje son de vital
importancia porque condicionan la eficacia del programa didáctico y el aprendizaje que
experimenta el alumnado.
En opinión de Blázquez (1989:381) los materiales también crean
"condiciones para que los maestros y los estudiantes interactúen como seres humanos
dentro de un clima donde los hombres dominan el ambiente". En estas situaciones, el
material didáctico desempeña un papel crucial:
- Aproxima al alumnado a la realidad de lo que se quiere enseñar.
- Motiva la enseñanza y el aprendizaje, si el material es idóneo y se emplea de forma adecuada.
- Facilita el aprendizaje de conceptos, el desarrollo de procedimientos y estrategias, y la formación de actitudes y valores, relacionados con lo que se enseña y se aprende.
- Representa e ilustra, de forma intuitiva, lo que se explica verbalmente para facilitar su enseñanza y aprendizaje.
- Contribuye a una mejor fijación del aprendizaje.
En opinión de Nérici (1973:331), el material didáctico “tiene por objeto llevar al
alumno a trabajar, a investigar, a descubrir y a construir. Adquiere, así, un aspecto
funcional y dinámico, propiciando la oportunidad de enriquecer la experiencia del alumno,
aproximándolo a la realidad y ofreciéndole ocasión para actuar”.
A pesar de la importancia de los materiales y su impacto en los procesos de
aprendizaje, la teoría y la investigación didáctica ha descuidado su estudio, como lamenta
Escudero (1982:87): “Los medios no han gozado de la atención debida por la teoría e
investigación didáctica, obedeciendo la prestada más a buena voluntad, intuicionismo y
empirismos que a planteamientos rigurosos para comprender científicamente su
funcionamiento”.
Pero, como veremos, la eficacia de los medios y recursos didácticos depende del
uso que haga el profesor y el alumno.
En sí, puede que no sean ni positivos ni negativos.
Dependen de la metodología de trabajo que se emplee con ellos.
PROFESOR
(Enseñanza)
Materiales
curriculares
ALUMNO
(Aprendizaje).
Como sabemos, hay varios tipos de medios y recursos para la enseñanza y todos
ellos cumplen una función importante en determinadas situaciones. Los más empleados
son:
- La pizarra o encerado
- El retroproyector, las transparencias , el proyector digital (“cañón”)
- Los libros de texto, de consulta, de ejercicios, etc.
- El laboratorio de idiomas, la sala de ordenadores y la sala multimedia:
grabaciones, proyecciones, radio, TV, videos, programas de ordenador, internet,
etc.
- Las revistas y periódicos: artículos, “abstracts”, noticias, reportajes, anuncios,
- El franelograma y plastigrama; los “flashcards” y rótulos móviles
- Organigramas, posters, murales, láminas, etc.
- Objetos reales o en miniatura
- “Realia”: cupones, tickets, folletos, trípticos, impresos, instancias, anuncios,
fotos de carteles, recortes, etc.
- Diapositivas, filminas, fotos, postales
- Viajes al país, visitas y excursiones: visitas a museos, monumentos, contactos
con nativos, etc.
-
Puede observarse que algunos de esos medios son puramente visuales o auditivos,
pero otros integran imágenes y sonido. Hay medios que, por su naturaleza, requieren una
actitud pasiva por parte del alumnado, pero otros son interactivos y exigen mayor actividad
y participación. Y, finalmente, hay otros medios que ponen al alumno en contacto con la
realidad como ocurre cuando viajan e interactúan con los nativos de habla inglesa.
Edgard Dale (1964) elaboró hace muchos años un “cono de la experiencia” para
ilustrar la secuencia desde los medios de enseñanza y aprendizaje más abstractos hasta los
más directos y vivenciales. En el vértice del cono sitúa Dale los símbolos orales, lo que
sería la enseñanza puramente verbal. Le siguen los símbolos visuales; las imágenes fijas, la
radio y las grabaciones; las filmaciones y la TV; las exposiciones; visitas y excursiones; las
demostraciones; dramatizaciones y simulaciones, y finalmente, la experiencia directa con la
realidad. Es obvio que, en el cono de Dale, a medida que los medios y recursos se alejan del
vértice y se acercan a la base, son más intuitivos, reales y eficaces para el aprendizaje.